Se Les Ordeno: “Arriba y adelante” Y abrieron Fuego
Activismo de Jóvenes.

por José María De Anda Arias
El día que marco la historia del México moderno fue un miércoles 2 de octubre de 1968, cuando miles de estudiantes fueron asesinados a manos de policías y militares en la Plaza de Las Tres Culturas a causa de una orden del Gobierno de Díaz Ordaz y del secretario de Gobernación Luis Echeverría Álvarez responsable de dicho decreto.
Miles de estudiantes se encontraban en la plaza de las tres culturas ubicada en la zona de Tlatelolco, estaban en protesta con motivo de exponer sus peticiones en forma de 6 puntos al gobierno de Díaz Ordaz. Esta manifestaciones fue resultado inspirado por otras manifestaciones ya ocurrida a lo largo del globo como la fue la de mayo de ese mismo año en Francia, también ayudo el hecho de que Ciudad Universitaria de la UNAM había sido ocupada por militares desde septiembre pasado que desocupó unos días antes del mitin hecho por los estudiantes.
Un detonante clave para este movimiento de 146 días que causó la institución del CNH (Consejo Nacional de Huelgas) fue el autoritarismo del gobierno del Partido Revolucionario Institucional y su corrupción situación que llevo a una huelga y como fecha propuesta se aprovechó la ocasión de que en unas pocas semanas México sería el primer país Latinoamericano que fungiría como sede de los Juegos Olímpicos en su XIX edición; México estaría entonces en la mira de todos los países.
Los jóvenes pedían en el pliego petitorio integrado en seis puntos que se hiciera pagar ante la justicia a las autoridades y funcionarios corruptos del gobierno y la policía al igual que justicia para los estudiantes participantes en el movimiento y cuyos derechos fueron violentados, además del dialogo público con las autoridades para la negociación de los seis puntos.
Luis Echeverría tenía a cargo la Dirección Federal de Seguridad (DFS) hoy ya extinta, cuya finalidad era recabar información de actividades rebeldes y terroristas en contra del orden público y del gobierno. Fue él secretario, acorde a la resolución de un Magistrado Federal emitida en 2006 quien preparó y ejecutó el plan del genocidio de Tlatelolco para terminar con el movimiento “Consejo Nacional de Huelgas”.
A las cinco y media de la tarde de ese trágico 2 de octubre un grupo de diez mil personas compuesto en su mayoría por estudiantes pero también conformado por adultos hombres y mujeres con sus niños, se reunieron en la plaza de Las Tres Culturas para escuchar a estudiantes de la UNAM e IPN miembros del CNH. La plaza estaba repleta, atenta y sentada escuchando a los jóvenes oradores que se dirigían a ellos desde el balcón del edificio Chihuahua mientras pasaban vendedores ambulantes y los niños jugaban, el ambiente era tranquilo aunque ya habían un poco de fuerzas militares desplegados en la zona sin contar a los miliares vestidos de civiles que se distinguían por usar un guante blanco.
Un joven de apellido Vega se encontraba realizando un anuncio relacionado con la cancelación de una marcha a Casco de Santo Tomás del Instituto Politécnico Nacional cuando una bengala atravesó el cielo de Tlatelolco, dando así inicio a una serie de ráfagas de ametralladoras las cuales las fuentes varían en cuanto a su lugar de precedencia, a lo que los militares respondieron abriendo fuego a la multitud. El ejército Mexicano dio una demostración de su alto entrenamiento de elite y eficiencia para combatir amenazas tomando por desgracia como objetivo a inocentes estudiantes y personas de todas las edades. Tlatelolco se convirtió en un campo de batalla durante veintinueve minutos de fuego descontrolado del cual rifles de alto calibre, ametralladoras, vehículos blindados y hasta tanques ligeros eran responsables. Los civiles trataban de huir por la parte occidente de la Plaza de las Tres Culturas pero se encontraban con una pared impenetrable de militares que disparaban hacia los civiles. Se escuchaban los tableteos de los calibres por todos lados seguidos de personas que caían al suelo y quedaban inmóviles mientras los acompañaban más cuerpos de personas al piso bañado en sangre de estudiantes, hombres, mujeres niños.
Un joven de apellido Vega se encontraba realizando un anuncio relacionado con la cancelación de una marcha a Casco de Santo Tomás del Instituto Politécnico Nacional cuando una bengala atravesó el cielo de Tlatelolco, dando así inicio a una serie de ráfagas de ametralladoras las cuales las fuentes varían en cuanto a su lugar de precedencia, a lo que los militares respondieron abriendo fuego a la multitud. El ejército Mexicano dio una demostración de su alto entrenamiento de elite y eficiencia para combatir amenazas tomando por desgracia como objetivo a inocentes estudiantes y personas de todas las edades. Tlatelolco se convirtió en un campo de batalla durante veintinueve minutos de fuego descontrolado del cual rifles de alto calibre, ametralladoras, vehículos blindados y hasta tanques ligeros eran responsables. Los civiles trataban de huir por la parte occidente de la Plaza de las Tres Culturas pero se encontraban con una pared impenetrable de militares que disparaban hacia los civiles. Se escuchaban los tableteos de los calibres por todos lados seguidos de personas que caían al suelo y quedaban inmóviles mientras los acompañaban más cuerpos de personas al piso bañado en sangre de estudiantes, hombres, mujeres niños.
El resultado fue catastrófico ya que se calcula que entre 320 y 1500 personas perdieron la vida en esa noche trágica, el resultado de heridos fue mucho más alto oscilando entre los 3000 a 5000. El general Jesús M. Lozano encargado de la operación dio testimonio de que no había habido ningún muerto y que la sangre que se derramo fue solo la de el ,ya que recibió un disparo en el hombro.
No ha pasado mucho tiempo desde que el responsable de la matanza Luis Echeverría haya sido condenado a tan solo 3 años de arresto domiciliario de 2006 a 2009 después de organizar todo un genocidio. Ya ha pasado mucho tiempo desde que el infierno se desato en Tlatelolco ese 2 de octubre de 1968, Ya han pasado varios años desde la matanza más grotesca hacia civiles en México.
Ya ha pasado mucho tiempo sin investigaciones a fondo de que fue lo que en realidad paso en La Plaza de las Tres Culturas. Ya ha pasado mucho tiempo, Pero el 2 de octubre no se olvida.
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