México dice No a Emigrantes
El Racismo no solo existe en EUA
Cuando el ser humano descubrió que podía monetizar la comunicación a través de los medios, se dio cuenta que podía implantar sus ideas y establecer dominancia sobre otros países sin necesidad de intervenciones militares. Groso modo, Eduardo Galeano y Antonio Pascuali explican este fenómeno con sus obras “Las venas abiertas de América Latina” y “Comunicación y cultura de masas” respectivamente. Primero, Galeano detalla cómo Latinoamérica cayó por detrás de otros países como EEUU en términos de desarrollo, y Pascuali detalla cómo estos países se aprovechan de la disparidad económica y tecnológica para intercambiar infraestructura mediática por distribución gratuita de contenidos.
Entiendo que ambos autores presentan una visión socio-comunista que el mismo Galeano criticó antes de su muerte, pero más allá de la ideología política de los autores, debemos reconocer que, si aún comentamos y analizamos sus obras, es porque hay algo de realidad presente en ellas.
Entonces EEUU estableció su imperio cultural a través de Hollywood y sembró una visión que caricaturiza al mexicano y lo proyecta como un sirviente ignorante subyugado al gringo pudiente y culto. Estos son entonces los orígenes de los problemas actuales que agobian al mexicano en términos de migración y racismo luego de décadas de esta situación, es entendible que haya una respuesta rencorosa por parte del oprimido para con el opresor.
Sin embargo, uno esperaría que México poseyera una cultura de aceptación e inclusión para con el extranjero. Pero no, México, en vez de adoptar una postura más abierta a las necesidades de otros latinoamericanos que atraviesan alguna crisis económica, social y política en sus países natales, cumple con la famosa frase “si te choca te checa” y se comporta de la misma forma que EEUU hace. El ejemplo más claro de esto es la situación crítica de las caravanas migratorias. El diario La Verdad reporta cómo las autoridades mexicanas detuvieron a 600 migrantes salvadoreños luego de permitirles entrada al territorio sólo para deportarlos. “¡No somos delincuentes, somos humanos buscando un mejor destino!” era lo que gritaban los migrantes mientras eran detenidos. Para los que no saben y para hacerles el cuento corto, El Salvador vive una situación que los tiene al borde de una guerra civil (si quieres leer más te recomiendo el artículo el diario El País acerca del tema). Entonces, ¿qué diferencia al mexicano que huye de su país para escapar del narco y de la corrupción de un salvadoreño que hace lo mismo? Nada, esa es la respuesta. Aun así, México actúa con un aire de superioridad moral, y no sólo a nivel gobierno, sino a nivel sociedad.
“Lo difícil no fue salir de Venezuela, lo difícil fue que me dejara de importar que me vieran feo aquí.” Luís José Zambrano es un joven venezolano de 23 años que salió del país en enero de 2017. Se vio obligado a abandonar sus estudios en la licenciatura de derecho para poder trabajar en el exterior y enviar dinero a su familia en Caracas. “Empecé dando clases de inglés jurídico en un despacho cerca de World Trade Center. En seis meses que estuve trabajando ahí siempre me trataron horrible. Uno de los abogados me pregunto si en serio yo era el profesor de inglés y se referían a mí como ‘el veneco’ que es un término despectivo para referirse a los venezolanos.”
Luís José estaba atrapado en este espacio por el tema de la visa de trabajo. “No me podía ir y buscar otro trabajo porque me tenían trabajando sin papeles; no sólo me trataban como mierda, sino que me pagaban 4500 pesos porque no tengo título universitario ni estatus legal en el país. Entonces pedí el asilo político. Dije que estaba huyendo porque me perseguía el gobierno, mi mamá puso unas denuncias en el Ministerio Público en Venezuela para tener algo de evidencia y así logré que México me diera el FM3.”
Desafortunadamente, Luís José dice que esto no solventó el problema. “Ya con FM renuncié al despacho y empecé a buscar trabajo. Actualmente trabajo en un restaurante venezolano. Me pagan diez mil pesos y al menos tengo un espacio donde me siento más cerca de mi casa; al menos ya no me maltratan y me explotan como en el despacho.”
Otro Venezolano Rechazado en México
Luego de escuchar a Luís sentí la necesidad de indagar más. Quería encontrarme con otro venezolano que me narrara una experiencia diferente y por eso decidí sentarme con Adriana Rodríguez. La experiencia de Adriana es distinta porque al tener doble nacionalidad, la venezolana y la mexicana, puede trabajar y establecerse en el país sin limitante alguna, pero la opinión es la misma. “Es que el problema no es el país, es el odio con el que te trata la gente. Te tratan como ignorante, como neandertal. Tengo una carrera universitaria, he participado en competencias internacionales, trabajé en Venezuela desde 2013. Siempre se espera más de mí. Es como si debería besarle los pies a México por darme una oportunidad, y no me malinterpretes, estoy agradecida porque aquí hago lo que jamás podría en Venezuela, pero si me frustra que sólo porque nací en otro país esté sujeta a un trato de inferioridad.”
Adriana también señala que hay un factor de envidia que juega un rol crucial al trato con el inmigrante. “Ellos se quejan de Trump. Que los insulta, que les dice, en fin. Me molesta generalizar porque no es el caso con todos, pero aquí viven con un complejo de inferioridad constante; como a ellos los hacen menos le tienen envidia a gente de otras nacionalidades que se está superando y creciendo. Es triste, porque al final, el país del que somos no nos define, si me vas a odiar que sea porque soy una mala persona, pero no porque soy inmigrante y sientes que te estoy quitando ‘lo que es tuyo.’”
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